Acostumbrados al infierno

En venecuba hoy nada, absolutamente nada llama la atención, vivimos en un país en el cual Eugene Ionescu se quedaría boquiabierto, pero en el caso del venecubano de hoy, el “hombre nuevo” que propugna el Idi Amin vernáculo que padecemos por esto lares, es materia cotidiana, es algo que no hace ni pestañear ni quita el sueño.

Es que estamos tan acostumbrados a que el Idi Amin de Miraflores mienta descaradamente, una y otra vez ganándose el apelativo (uno más) de “mentira fresca”, que despilfarre el dinero del venecubano como, cuando y donde le da la gana, donde se cambian las leyes de acuerdo al humor con el que se levantó el inmundo tirano megalómano de Sabaneta de Barinas, donde maten a nuestros bolsipendejos compatriotas a razón de dos por hora, a tener más de ciento treinta mil muertos en diez años, y un número “n” de delitos de todos los colores y para todos los gustos. En este país Kafkiano, su pueblo cobarde, pusilánime, flojo, indiferente y con una anomia supina que es la bandera del ciudadano común, todo lo malo es normal. Donde el “hombre nuevo” puede pasar de ser un analfabeta a “profesional” en tan solo cinco años. Donde se le quitan todos los derechos a los ciudadanos y éstos no hacen absolutamente nada para salir adelante.

En este seudo país, se vive en un círculo vicioso sin fin. Un grupo de "líderes" de oposición que bien están promovidos por el régimen, o están empeñados a seguir con el juego con tal de obtener un beneficio común, lo peor del caso, es que parte de la población sabe de esto y no hace nada, y otra parte, los más ignorantes tienen “fe” en ellos (LUEGO DE DIEZ AÑOS) No ha bastado la Coordinadora Democrática, no ha bastado la recolección de firmas para el revocatorio, la corrección de las planas, que el Idi Amin venecubano de Miraflores haya tenido el desparpajo de decir que la oposición era una mierda (el triunfo pírrico, ergo quienes obtuvieron esa victoria son eso) Donde se permite que se regale camiones de divisas a otras naciones, mientras que al venecubano común (no al venecubano boliburgues) le racionan las divisas, mezquinando sus derechos como le viene en gana al régimen, donde las fuerzas armadas son ahora especialistas en vender legumbres, vegetales, hortalizas, cereales y carne, donde se vienen doctorando en corrupción de una manera vertiginosa, esto sin contar todas las denuncias que hay contra todos los integrantes del régimen y no pasa nada, donde hay presos políticos condenados a treinta años de cárcel únicamente porque le da la gana al tirano de turno.

El venecuabano vive en el infierno, no se da cuenta o se hace el loco. Sabe que el país se derrumba y no hace nada, no sabe si luego de salir de casa regresará vivo, o completo, con sus pertenencias, o si le alcanzará para llegar a la quincena. Donde ahora, sujetos como Eduardo Semtei, (el mismo del 28 y jefe de la reserva) se da el lujo de ser un “analista político” así como Ismael García, y los más webones les paran bola. En verdad que triste la realidad de este sub-país, donde nada funciona, donde PDVSA está tan mal que tiene que pedir prestado para medio funcionar. Venezuela se nos fue de las manos, no hay vuelta atrás.