Goriletti

La plasta de Suramérica, el cubano coprófago y coprolálico venecubano ha sido el único del club de los payasos y chulos del Alba capaz de ponerle apelativos al nuevo presidente de Honduras. Ni el mismo destituido Zelaya ha tenido el descaro, la desfachatez de insultar al nuevo presidente (quieran reconocerlo o no ) de Honduras.
Es que en venecuba, nada extraña del miserable patán que tenemos en Miraflores, el bocón y deleznable cobarde que amenaza a otros países como lo hizo con Colombia, y a la hora de la chiquita, arruga todo como de costumbre, sabe bien que sus vende pollos borrachosos y choros de sus fuerzas armadas no tienen ni la capacidad ni las bolas para enfrentar a un ejército de verdad como lo es el hondureño. Por eso manda a sus escorias armadoras de líos en componenda con los profesionales cubanos que si son expertos en materia de armar problemas y disturbios. El bocón de sabaneta, como, siempre recula y queda en ridículo, amenazando con enviar a tropas, que ni de vaina irán a inmolarse por su desequilibrado ventrílocuo.
El verdadero Goriletti, es el que sufrimos en venecuba, con el beneplácito de su cobarde pueblo, que ni siquiera tiene las agallas de emular a pueblos heroicos como el ucraniano y el iraní, y menos tiene poderes independientes y militares cuatriboleados como los del pueblo hondureño.
Los que vemos con una enorme envidia lo que sucede en Honduras, no podemos menos que aplaudir la decisión de ese país, que en verdad se respeta. Donde nada ni nadie puede estar sobre la ley, ni modificarla a conveniencia. Los hipócritas de mierda endógenos y los “líderes de la oposición oficialista” métanse la lengua por donde no les da el sol ya que nosotros estamos muy pero muy lejos de ser como los hondureños, que actuaron apegados a su constitución. Ellos aplicaron su 350 con todas las de la ley. No hay más.